Extracción y guardado de semillas
La extracción y guardado de semillas se suele hacer al finalizar el verano.
En otoño también surge la amenaza de noches y mañanas frías. Este frío repentino puede acabar con las plantas que ya nos dieron sus mejores frutos estivales.
Sabemos que nuestras plantas de pimientos, tomates, calabazas y calabacines tienen los días contados, siendo los pepinos los primeros en caer ya que son más sensibles al frío.
Incluso si alguna planta ya no tiene ni siquiera frutos verdes podemos comenzar a quitarlas y aprovechar ese espacio vacío para poner las hortalizas de otoño-invierno como las coles de Bruselas, coliflor, brócoli, berza y lombarda.
También es buen momento para rábanos, lechugas, cebollas, nabos, espinacas, acelgas, etc.
Pero antes de comenzar a plantearnos nuestro huerto de otoño debemos guardar semillas de aquellos frutos del verano para poder sembrarlos al año siguiente sin tener que recurrir a comprar semillas o plantas.
Todas las semillas que guardemos tienen que provenir de los mejores frutos de las mejores plantas que hayamos tenido.
Por supuesto, descartamos todas aquellas que provengan de frutos y plantas enfermas o débiles.
Tened en cuenta que la extracción y guardado de semillas de pimientos italianos, del padrón o cualquiera que sea verde no valen si el fruto está verde e inmaduro. Las semillas de pimientos tienen que proceder de frutos bien maduros, por lo general de color rojo.
Las semillas de calabaza y calabacín deben lavarse y secarse muy bien ya que se le suele quedar pegada carne del fruto que luego hará que se formen mohos y hongos y nos echen a perder las semillas. Si tenemos espacio donde dejarlas al aire para su secado, las dejaremos el tiempo suficiente como para que se queden secas y en ningún caso las guardaremos si están pegajosas.
Ahora bien, guardar semillas de pimientos es muy fácil pero no es igual con los tomates cuyas semillas se encuentran inmersas en la pulpa del tomate y cuesta mucho separarlas de esa sustancia gelatinosa.
¿Cómo realizar la extracción y guardado de semillas de tomate?
Para poder realizar la extracción y guardado de semillas de tomates tendremos que separar la pulpa de la semilla. Para ello vamos a dejar fermentar unos 3 a 4 días pero no más porque se pudrirían. Con este proceso conseguiremos que la pulpa se separe de la semilla. Luego volcaremos ese contenido en un colador de malla fina y enjuagaremos bien con agua debajo del grifo. A continuación extenderemos las semillas en un recipiente para dejarlas secar. No debemos ponerlas sobre papel porque se pegarían. Mejor sobre un plato o cualquier recipiente donde puedan extenderse bien y les de el aire.
Ojo! debemos estar atentos al resultado de esa fermentación, se puede crear una capa opaca pero siempre del color del tomate y tampoco tiene que oler mal. Si se crean hongos es mejor tirar todo y empezar el proceso nuevamente.
Aquí os dejo unas fotos del proceso bien hecho y también con una mala fermentación que terminé tirando y que olía muy mal.
Otro método de reproducción es por esquejes
Este año mi romero ha comenzado a secarse por lo que he decidido multiplicarlo a través de esquejes. He probado 2 métodos diferentes: algunas ramas las he plantado directamente en tierra. Otras las he puesto en agua para que echaran raíces. Ambos métodos han funcionado bien, aunque ha tenido mayor porcentaje de éxito lo de plantar las ramas en tierra directamente. Por el contrario, los esquejes que he puesto en agua algunos en vez de echar raíces se han podrido. Las ramas plantadas directamente en tierra han enraizado todas.
Otras semillas
La mayoría de las plantas aromáticas las conservamos de un año para otro. Pero no nos olvidemos de quedarnos con semillas de albahaca ya que la planta morirá en cuanto comiencen las primeras noches frías. Para extraer su semilla, dejaremos que sus flores se sequen en la misma planta. Cuando sus flores se tornen de color marrón y estén crujientes las cortaremos y guardaremos.
Etiquetando y guardando las semillas
Una vez que las semillas están bien secas las guardamos envueltas en papel. Le pegamos una etiqueta que diga no sólo el tipo de semilla sino también la fecha en la cual la obtuvimos. Yo las envuelvo primero en papel secante de cocina, encima otro papel y por último en una bolsita de plástico cerrada. Las almacenaremos en un lugar fresco y seco hasta que las utilicemos para crear nuevas plantas.
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